Pasta de chili tailandés o “Nam Prik Pao”

Hola amigos, la receta que os traigo hoy ha surgido casi de casualidad, estaba a punto de preparar un salteado de pollo con anacardos cuando me he dado cuenta que me faltaba uno de los ingredientes más importantes para conseguir el sabor más auténtico del plato, la pasta de chili tailandés, así que he decidido compartir con todos vosotros la preparación de este ingrediente tan común y que podemos encontrar en muchísimas recetas de la gastronomía tailandesa como el famoso Tom Yam Kung, que ya preparé….

¿Qué es la pasta de chili tailandés?

La pasta de chili tailandés o «Nam Prik Pao» (น้ำพริกเผา), también conocida como “mermelada de chili tailandés”, es un ingrediente que mezcla sabores y aromas muy tradicionales de la gastronomía tailandesa, combinando el punto dulce, salado, ácido y el toquecito picante al final. No os debe asustar su nombre ya que no es una pasta tan picante, aunque en su elaboración utilicemos guindillas, quitamos las semillas para conseguir todo su sabor pero sólo un puntito de picor, además de las guindillas, los ajos y chalotas tostados aromatizan e incorporan sabores intensos y deliciosos a nuestra pasta. El punto dulce lo conseguimos con el azúcar de palma, muy aromática y con ese regusto tan especial que deja en boca. El sabor salado se consigue con la salsa de pescado y los camarones secos fritos, que aunque son opcionales, os recomiendo utilizar ya que aportarán un matiz muy especial a nuestra pasta. Para conseguir el punto ácido, añadiremos pasta de tamarindo, que dejará un sabor muy especial y afrutado a la pasta de chili tailandés.

El Nam Prik Pao o pasta de chili tailandés, es un ingrediente muy utilizado en la cocina tailandesa y es tan común, que es muy fácil de conseguir, se vende preparado y listo para usar en muchísimos supermercados asiáticos fuera de Tailandia, aunque como ya sabéis yo soy partidaria de siempre que se pueda y si tenemos el tiempo y los ingredientes necesarios, hacer las salsas y pastas de forma casera, así sabremos lo que comemos y además evitamos comer conservantes y colorantes que no son nada recomendables.

Para concluir os animo a que la preparéis en vuestra casa, es muy sencilla de hacer y la podéis guardar en un botecito de cristal en la nevera durante un mes aproximadamente e ir usándola poco a poco en muchas recetas de la cocina tailandesa.

Ingredientes:

• 15 guindillas secas
• 50 g. ajo
• 100 g. chalotas
• 25 g. de camarones secos
• 30 g. de azúcar de palma
• 2 c.das. salsa de pescado
• 2 c.das. pasta de tamarindo
• ¼ taza aceite vegetal (para la parte final)

Elaboración:

1. Quitamos las semillas del interior de las guindillas secas y las cortamos en trocitos.
2. Cortamos los ajos y las chalotas.
3. En una sartén con aceite vegetal freímos los camarones secos hasta que estén bien dorados, los sacamos a un papel absorbente.
4. En otra sartén, tostamos los ajos y las chalotas hasta que suelten su aroma.
5. En un mortero majamos las guindillas secas hasta hacer un polvo fino.
6. Añadimos los camarones fritos y seguimos majando.
7. Le ponemos los ajos y las chalotas tostados y continuamos machacando bien hasta conseguir una pasta homogénea.
8. En una sartén a fuego bajo, ponemos un poco de aceite vegetal.
9. Sin esperar a que el aceite se caliente, añadimos la pasta del mortero y la mezclamos bien con el aceite.
10. Incorporamos el azúcar de palma, la salsa de pescado, la pasta de tamarindo y lo freímos bien a fuego suave y sin dejar de remover durante unos 5 o 6 minutos,
11. Apagamos el fuego y lo dejamos enfriar. Ya está lista para usar o guardar en un botecito.